jueves, 30 de diciembre de 2010

Ha sido un Repunte Navideño con mayúsculas.

El mercado bursátil ha avanzado alrededor de 10% en este trimestre, su mejor desempeño entre octubre y diciembre desde 2003 y el séptimo mejor en 30 años. Wall Street lo está celebrando. Los comercios tuvieron una buena Navidad. La economía podría estar reanimándose. Los inversionistas se están volviendo a alegrar y los estrategas están prediciendo un feliz año nuevo para los valores.

Tres palabras: bah, cuentos chinos.

No puedo festejar esta alza 'navideña'. Llámenme Scrooge. Pero les daré diez razones por las que no puedo hacerlo y ni siquiera hacen mención a la deprimente economía.

1. Las acciones pueden estar más caras de lo que le están diciendo.

Wall Street dice que el mercado todavía está valuado razonablemente, a alrededor de 14 veces las ganancias pronosticadas. Pero otras dos formas de medir dicen algo diferente. La "relación precio-ganancias cíclicamente ajustada" compara los precios de los papeles con las ganancias promedio de las compañías durante los últimos diez años, no solamente de uno. Y una medida llamada "Tobin's q" compara los precios de las acciones con el costo de sustituir los activos de una compañía. Estas pueden ser formas de medir rebuscadas, pero por más de un siglo han demostrado ser muy buenas guías para los inversionistas de largo plazo. En este preciso momento dicen que el mercado está alrededor de 75% por encima de su valor promedio: no es una burbuja, pero está caro. Esas medidas no quieren decir que el mercado va a estancarse. Pero sugieren que sus retornos a largo plazo a partir de ahora pueden ser modestos.

2. Las ofertas son difíciles de encontrar.

Los inversionistas que buscan valor se están quedando sin aire. ¿ Está buscando acciones por debajo, digamos, 16 veces de las ganancias probables, y con dividendos que rindan más de 3%?. Buena suerte. Una vez que descarta las acciones de compañías con respiración artificial, o aquellas que ofrecen magros intereses, a usted le queda una serie de nombres de empresas con un tamaño decente, mayoritariamente compañías que fabrican medicamentos o de servicios públicos, más un puñado de otras como Chevron y Kraft. En un mercado con valores razonables, usted normalmente encuentra muchas acciones que son muy baratas. No en este mercado.

3. ¿Es esto realmente el precio justo?

El mercado bursátil está hoy donde estaba antes de que Lehman Brothers colapsara. Y si usted excluye las acciones financieras, el valor de mercado de los títulos estadounidenses está ahora en alrededor del 15% del pico alcanzado en octubre de 2007. Creer que las acciones (no financieras) están razonablemente valuadas implica que fuimos muy razonables entonces, en el pico de la burbuja y que, por lo tanto los últimos tres años fueron poco más que un mal sueño. ¿Se lo cree? ¿Me lo creo?

4. El rendimiento de los dividendos es deprimente.

A medida que el mercado ha subido, los rendimientos se han derrumbado. Hoy son del 1,7%, muy por debajo realmente de los estándares históricos. David Rosenberg, de Gluskin Sheff, dice que el promedio de largo plazo ha sido de alrededor de 4,4%. Por supuesto, los dividendos no son la única forma que tienen los inversionistas de ganar dinero: las recompras de acciones y el crecimiento también pueden generar retornos. Pero los dividendos han sido históricamente un impulso clave para las ganancias de las inversiones y el actual nivel es irrisorio.

5. Las deudas de las empresas son mucho más grandes de lo que la gente cree.

Wall Street está vendiendo el cuento de que los balances de las compañías gozan de buena salud y que a las empresas de Estados Unidos simplemente inundadas les sobra el dinero. Es engañoso. Algunas empresas, naturalmente, están bien. Pero en su conjunto, las deudas de las empresas han estado subiendo, no cayendo. Los datos de la Reserva Federal muestran que las empresas no financieras debían US$7.400 millones de millones a fines del tercer trimestre —un incremento de US$250.000 millones en un año, y un nuevo récord—. Tan recientemente como en 2005 la cifra era de apenas US$5,5 billones (millones de millones). La Fed dice que las corporaciones no financieras ahora tienen deudas que equivalen al 58% de su valor neto, en comparación con apenas 41% hace cinco años. Y cuando usted agrega estas deudas al valor de los papeles, el denominado "valor empresarial" de las compañías que cotizan en bolsa es ahora alrededor de 2,2 veces las ventas anuales, de acuerdo con FactSet. Ese es un nivel extremo, mucho más alto que en 2006 o 2007 y solamente superado por la locura de 1999-2000.

6. El apalancamiento sistémico otra vez llega al techo.

Luego de tres años de supuesto "desapalancamiento", los hogares de Estados Unidos se las ingenieron para reducir sus enormes cargas de deudas hipotecarias y de otra índole un total de … 3,5%. Mientras tanto, los gobiernos y las corporaciones se han endeudado mucho más. ¿El resultado neto? Las deudas totales han subido 15% desde la caída de 2007 y han llegado a US$36 billones. Quizás esto esté bien, quizás no. Hay brillantes economistas en cada una de esas posiciones. Pero más apalancamiento significa más riesgo. Esto es economía básica. Sin embargo, aquí estamos, el mercado está en racha, y todo el mundo parece pensar que todo simplemente está muy bien.

7. Los administradores de dinero están demasiado optimistas.

Los gestores de dinero globales están teniendo una visión optimista de las acciones y de la economía y el 40% ya tiene un exceso de acciones en sus portafolios, de acuerdo con la última encuesta de Bank of America/Merrill Lynch. Y esos administradores de dinero no están manteniendo mucho efectivo en reserva: solamente 3,5% del portafolio promedio, un nivel muy bajo. Incluso los gestores de fondos de cobertura, esas almas escépticas que se supone que desinflan cualquier euforia del mercado, están peligrosamente alegres. Los administradores de fondos de cobertura se han vuelto "extremadamente optimistas con respecto a los valores estadounidenses", de acuerdo con el sondeo más reciente de TrimTabs/BarclaysHedge. Caramba. De acuerdo con Bank of America, los fondos de cobertura ya están apostando fuertemente a un alza del mercado, oh, y su apalancamiento está ahora "en el más alto nivel reportado desde marzo de 2008".

8. También lo está el resto.

Un sorprendente 63% de los inversionistas minoristas están ahora optimistas, dice el último sondeo de la Asociación Estadounidense de Inversionistas Individuales. Ese es un nivel extremo. Solamente 16% son pesimistas, la mitad del promedio de largo plazo. Y el sondeo semanal de Investors Intelligence muestra que los asesores están ahora más optimistas que en ningún momento desde el pico de octubre de 2007. Los estrategas consultados por Barron's, nuestra revista hermana, predijeron a comienzos de este mes un enorme avance del 10% de las acciones en este año. Los medios de comunicación son muy optimistas: revisen los artículos que están prediciendo lo que va a pasar en 2011. Perdón, muchachos, pero todo eso marca una tendencia a la baja. El momento de comprar acciones es cuando todo el mundo las odia.

9. Mucha gente en la que confío es cautelosa.

Claro, usted puede escuchar a muchos estrategas de Wall Street hablando bien de las perspectivas del mercado, de la misma forma en que puede escuchar a muchos vendedores de Chrysler hablando a favor de sus autos. Pero puedo recordar a los estrategas de Wall Street diciéndonos que era un gran momento para comprar acciones allá por el 2000, justo antes de la peor década de que se tenga memoria. Las personas que tenían razón durante la última década son en su mayoría todavía pesimistas. Eso incluye a Rosenberg, de Gluskin Sheff, y a Albert Edwards de S.G Securities. Incluye a John Hussman, de Hussman Funds, que califica este momento de terrible para invertir en acciones. Y esto incluye a Jeremy Grantham, de GMO. Aunque todavía le gustan las acciones de empresas de primera línea y de los mercados emergentes, sus análisis más recientes sugieren que las acciones de empresas estadounidenses de alta capitalización es improbable que ofrezcan un rendimiento muy superior a la inflación en los próximos siete años, mientras que las pequeñas podrían de hecho perder valor.

10. Un mercado al alza navideño' no significa un Feliz Año Nuevo.

El mercado ha subido 10% este trimestre. ¿Y qué? Hizo lo mismo antes de la Navidad de 2001, para desplomarse en 2002. Tuvimos un alza de 8% en la Navidad de 2002, seguida de una caída de 4%. Y después de un avance de 9% en el tercer trimestre de 2004, el mercado cayó 3% en los siguientes tres meses. ¿Son las subidas 'navideñas' habitualmente seguidas de fuertes comienzos de año? No realmente. Revisé los datos de los últimos 30 años y las acciones subieron apenas menos de 2% en el primer trimestre promedio. En las 16 ocasiones cuando se produjo un alza por Navidad de más de 5%, el avance promedio en el primer trimestre fue de solamente algo más de 2%. Como dije: bah, cuentos chinos.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Los cazadores de las acciones más rentables

Cuatro gestores de portafolio nos dan sus recomendaciones. En EE.UU., Europa y Japón se encuentran los mejores precios



Por Dyan Machan
de SmartMoney

Ante la persistente incertidumbre económica que impera en Estados Unidos, no es de extrañar que los inversionistas estén pensando en otros países.

China e India muestran un gran dinamismo y mercados emergentes más pequeños también cobran fuerza. De modo que cuando reunimos a un panel de gestores de fondos para nuestra novena mesa redonda anual, esperábamos algunas sugerencias exóticas, pero lo que obtuvimos, en cambio, fueron nombres de empresas conservadoras, recomendaciones más orientadas a preservar el capital que apostar en grande.

Las sugerencias de nuestro panel de expertos nadan contra la corriente. Durante los últimos 10 años, los fondos dedicados a los mercados emergentes arrojaron un retorno promedio anual de 12,7%, comparado con el 1,2% anual promedio de los fondos de acciones de EE.UU., según los datos de Morningstar. Los inversionistas han puesto US$44.000 millones en fondos de acciones no estadounidenses desde enero de 2009 y US$35.000 millones de ellos fueron a parar a fondos de mercados emergentes. Y dada la inquietud sobre EE.UU. y la debilidad del dólar, la migración se ha acelerado últimamente: los fondos que operan a nivel global han atraído más de US$4.000 millones mensuales en cada uno de los últimos cuatro meses.

El problema para nuestros panelistas es que la oleada de dinero ha encarecido demasiado el precio de las acciones de los mercados emergentes. Matthew McLennan, coadministrador del portafolio de US$24.000 millones del fondo First Eagle Global y del First Eagle Overseas que tiene US$9.000 millones, dice que estaría en aprietos para encontrar valores que le gustaría comprar en los países BRIC (Brasil, Rusia, India y China). Daniel O'Keefe, gestor de Artisan Global Value Investor, prefiere ingresar a mercados internacionales por la puerta de atrás, invirtiendo en las multinacionales estadounidenses con ventas en las economías emergentes de rápido crecimiento.

El pesimismo sobre los mercados emergentes dista de ser unánime. William Fries, cuyo fondo Thornburg International Value cuenta con US$23.000 millones, argumenta que muchos de los temores que generaba invertir en los países en desarrollo, como la inestabilidad política, las grandes oscilaciones cambiarias y la inflación desbocada, ya no son válidos. Aunque hay riesgos, dice, "espero que continuemos en el sendero en el que hemos transitado en los últimos 20 años".

Aunque su visión macro a veces difiere mucho, nuestros panelistas coinciden a la hora de escoger acciones: tienen una afinidad por las empresas baratas en relación a sus ganancias, activos o ambos. Y están viendo muchas de esas gemas en las economías de crecimiento lento de Japón, Europa y EE.UU. "Es mejor buscar valor donde nadie más lo está haciendo", dice Anne Gudefin, administradora del portafolio de valores de Pimco Europe.

SmartMoney: Mucho dinero está saliendo de EE.UU. para dirigirse a las acciones de otros países. A largo plazo, ¿se cumplirán las altas expectativas de los inversionistas?

Daniel O'Keefe: La gente busca acciones fuera de Estados Unidos, particularmente en los mercados emergentes… pero se olvidan que pueden acceder a muchos de los beneficios de esas economías a través de las... compañías que cotizan en EE.UU.

Matthew McLennan: El hecho de que las tasas de crecimiento en los mercados emergentes han sido más altas ha atraído capital. Se ha invertido capital en los lugares más insólitos. Nosotros siempre hemos invertido analizando caso por caso. Hay que mirar mercados como Japón y Europa, que se transan apenas por encima del valor en libro, con compañías que generan mucho flujo de caja, donde la gestión es prudente y la asignación de capital es sensata. Allí es donde pensamos que los retornos deberían ser bastante decentes.

SmartMoney: Bill no parece tan preocupado por los mercados emergentes en este momento.

Bill Fries: Diría que las mayores oportunidades y las monedas más seguras parecen estar en los mercados emergentes.

SmartMoney: ¿Las monedas más seguras? ¿Cómo es eso?

Fries: En el pasado había más fluctuaciones en esos mercados. Cuando había inestabilidad política, la inversión extranjera directa estaba en riesgo. Cuando se retiraban las inversiones extranjeras, la moneda se devaluaba. La situación ha cambiado, especialmente con respecto a China, que es el centro de gravedad cuando hablamos de los mercados emergentes. Debido a su superávit comercial, China tiene un gigantesco superávit de cuenta corriente. Así que no hay que preocuparse por su moneda. Muchos de los países en desarrollo parecen haber aprendido la lección después de la crisis cambiaria de 1998, cuando muchas monedas asiáticas... fueron vapuleadas.

SmartMoney: ¿Qué posición tiene respecto a China e India?

O'Keefe: Si se mira a las compañías que no son caras, de las cinco principales en el índice de mercados emergentes, cuatro son efectivamente controladas por sus gobiernos. Así que no están ahí necesariamente para generar riqueza para sus accionistas, sino para implementar políticas públicas.

Anne Gudefin: Queremos un gobierno corporativo fuerte, algo de lo que muchos países emergentes carecen. La gente se olvida de eso cuando las cosas van bien, pero se acuerda cuando salen mal.

Fries: Me pregunto: ¿Qué pasará si surgen preocupaciones sobre el crecimiento en China e India?...

O'Keefe: No cree que alguien no esté de acuerdo en que los mercados emergentes son atractivos. Nos gusta pensar en términos de valuación, porque al final, la valuación es el mayor riesgo. Si quiere comprar acciones del principal fabricante de cemento de Indonesia, que está creciendo aceleradamente y con perspectivas de crecimiento a largo plazo, tendría que pagar más de veinte veces la ganancia por acción. Ahora, se puede comprar la misma compañía indonesa de cemento a través de su matriz europea, Heidelberg Cement, por alrededor de la mitad de ese múltiplo.

SmartMoney: ¿Dónde ven oportunidades?

McLennan: Para un mercado que ha pasado dos décadas muy difíciles, hay numerosas empresas en Japón que son muy resistentes. Shimano, el principal fabricante mundial de componentes para bicicletas, genera más de 80% de sus ingresos fuera de Japón. Pero también es una compañía que no tiene deuda. Hemos invertido en muchas firmas en Japón que han sido grandes beneficiarias de lo que ocurre en China e India.

Gudefin: Somos optimistas respecto al oro. Lo vemos como un seguro barato contra riesgos sistémicos. En cuanto a acciones, tenemos BP. Hay muchos sentimientos negativos respecto a ella, pero a fin de cuentas, es un activo de buena calidad en el que está asumiendo un nuevo equipo de gestión... Si quiere otra acción, mencionaría Imperial Tobacco. Casi 50% de su volumen viene de los mercados emergentes.

Fries: Pensamos que BHP Billiton y Southern Copper son apuestas muy interesantes a los recursos naturales, con un potencial alcista de 40%. Volkswagen es la principal automotriz en China a través de una empresa conjunta. Pero también son muy exitosos con una subsidiaria en Brasil, donde controlan 100%.

SmartMoney: En general, ¿son optimistas respecto a 2011?

Fries: Lo soy. Las empresas están llenas de dinero y ya se desapalancaron. Sus ganancias seguirán mejorando.

McLennan: La bola de cristal está muy nebulosa. Pero preferimos ser compradores cuando la economía mundial está por debajo de su potencial. Ahora tenemos el tipo de entorno en el que uno quiere ser comprador de empresas.

martes, 14 de diciembre de 2010

EMC Corp

Case Study: EMC – Moving Toward 100% Virtualization
— Information is one of an organization's most important assets, and EMC Corporation (EMC) provides the technologies and tools that help release the power of that information. EMC works with organizations around the world to help them design, build, and manage flexible, scalable, and secure information infrastructures.
The company employs nearly 40,000 people worldwide, with approximately 400 sales offices and scores of partners in more than 60 countries around the globe, which makes it the world’s largest sales and service force focused on information infrastructure.
This dominant position in the technology space enabled explosive growth of EMC’s revenue, product line, and customer base over a five-year period. To help manage this growth and operate as efficiently as possible, EMC leveraged a host of behind-the-scenes software applications including – most critically – the Oracle E-Business Suite (Oracle EBS).